Y hacen bien, porque ocasión como la que les presenta el señor Sánchez difícil parece que pueda repetirse: un pasito de gigante hacia la independencia de su terruño sin más lucha que "poner en valor" los beneficios que les brinda una Ley Electoral a todas luces injusta para el conjunto de los españoles... y a correr.
Lo que ocurre es que el desatino de los Ortúzar, tildando de granujas o algo parecido a los tres millones seiscientos mil españoles votantes de la opción "antiautonómica", en lugar de respetarlos y tratar de convencerles de las bondades de las autonomías, puede serles muy dañino pasados unos años o, quién sabe, solamente unos meses...
Cuando se lleva tantos años -generaciones- alimentando el desprecio a los españoles dentro de su terruño y, a la chita callando, ordeñando la vaca del Estado a cambio de esa malentendida estabilidad -en otras palabras chantajeando al Estado- no parece buena cosa que salgan de la cueva a las portadas de los medios "exigiendo" pagos que no son otra cosa -ya se ha dicho- que un barriobajero y descarado chantaje.