EL FUTURO DE LA OTAN

Hacia una nueva relación transatlántica

Foto: https://mundo.sputniknews.com/ (© Sputnik / Anton Denisov)

EL FUTURO DE LA OTAN (3)

LA CRÍTICA, 25 OCTUBRE 2019

Angel Guinea Cabezas de Herrera | Viernes 25 de octubre de 2019

Tertulia de Pensamiento Militar. Las tensiones en la Alianza no son algo nuevo. Casi desde su fundación aparecieron momentos de especial dificultad. Baste recordar la crisis de Suez o la decisión de la RFA de iniciar la Ostpolitik para reducir tensiones con el Pacto de Varsovia, ni bien comprendido ni apoyado por los EEUU. ...



... La disolución del Pacto de Varsovia obligó a analizar la utilidad de la OTAN. Pareció claro que la potente y bien engrasada maquinaria , militar y política , que constituía la OTAN podría seguir prestando un buen servicio a la paz, y no solo a la europea. Pero el lograr acuerdos en algunas crisis internacionales no fue tarea fácil, apareciendo claras divisiones , como en la operación contra Irak. La falta de un enemigo común y definido, substituido por una serie de amenazas más o menos locales y conflictos alejados de las fronteras de la OTAN tensionaba la Alianza.

Además, el deseo de lograr el famoso “dividendo de paz” y una crisis económica provocó una reducción notable de los Presupuestos de Defensa de la mayor parte de los países europeos. Los EEUU han señalado repetidamente la necesidad de un justo reparto de obligaciones (¨burden sharing¨) a lo que los países europeos han respondido con vagas promesas.

La Unión Europea , por otra parte, está tratando de actuar en la esfera internacional como un solo actor. Así, en la Declaración de Petersberg (1992), donde aprobaron las conocidas como Misiones Petersberg, los países miembros de la UEO se declararon dispuestos a poner a disposición de la UE , pero también de la OTAN, unidades militares procedentes de todo el abanico de sus fuerzas convencionales. Se contemplaban una serie de acciones ligeras tales como misiones humanitarias o de rescate de prevención de conflictos y de mantenimiento de la paz , gestión de crisis, etc. Esta cooperación nunca sustituyó a la lograda en la OTAN , que en su Concepto Estratégico de 2010 mantenía como misiones centrales de la Alianza la Defensa Colectiva frente a cualquier amenaza o riesgo emergente ; Gestión de Crisis , contando con un conjunto de capacidades militares y políticas; y Seguridad Cooperativa para mantener la seguridad internacional cooperando con otras naciones y organizaciones. La OTAN sigue constituyendo un foro transatlántico único para consultas sobre asuntos que puedan afectar a la seguridad, integridad territorial e independencia política.

Los países de la UE van siendo conscientes de su papel secundario en el escenario internacional de seguridad. Ante la presencia de actores como China o EEUU, algún político europeo ha mencionado el rol de la UE como el de “un herbívoro entre carnívoros”. Por ello, y tras la aprobación en 2004 del Headline Goal 2010, para disponer de fuerzas para misiones ligeras con urgencia en caso de crisis , el proceso de creación de agencias de defensa ha continuado. Nacen la Agencia Europea de Defensa (EDA) y el Plan de Desarrollo de Capacidades ( CDP) , el Fondo de Defensa Europea (EDF) y la Revisión Anual Coordinada de Defensa (CARD) . El Tratado de Lisboa, de 2009, abre la puerta a una "cooperación estructurada permanente" (PESCO) por la que los Estados miembros están llamados a establecer un marco institucionalizado y regular de cooperación y coordinación de capacidades militares ,y de su industria militar . Además Lisboa abre la posibilidad de establecer “cooperaciones avanzadas”, reguladas a nivel comunitario, en las que participen sólo aquellos Estados que manifiesten su voluntad, siempre que sean por lo menos nueve.

Actualmente nos encontramos un presidente de los EEUU que se enfrenta a sus aliados en casi todos los campos mientras exige un mayor compromiso; que abandona los acuerdos internacionales más queridos de los europeos (Acuerdo de Paris sobre el clima, Tratado con Irán sobre el programa nuclear) ; que impone una serie de tarifas y aranceles, etc.. Pero el enfrentamiento no empezó con Trump ni acabará con él. El presidente Obama anunció el cambio de foco de la política exterior americana hacia el Pacífico, mientras exigía el adecuado reparto de gastos . Esta situación viene de antiguo, por la asimetría de poder entre EEUU y Europa. Ambas partes aceptaron la situación, e incluso la cultivaron. Europa se mantenía acallada a cambio del paraguas defensivo americano. Los EEUU admitían que los europeos se aprovecharan de esta situación siempre que no cuestionasen su liderazgo.

Sin embargo, en estos momentos una nueva aproximación de la Unión Europea a los temas internacionales parece cambiar aquel plácido status quo. Se ha aprobado el Concepto Estratégico de la UE (CEUE),(Jun 2016) con la mención a “autonomía estratégica” tras las iniciativas mencionadas anteriormente como la EDA, los CDPs etc. En Washington esta autonomía estratégica solo genera escepticismo, cuando no oposición directa. Europa aún carece de ciertas capacidades fundamentales para asegurarla . Dicho crudamente, un ejército europeo solo existe sobre el papel. La postura de los políticos americanos es presionar para más inversiones en defensa, dentro de la OTAN… para que una Europa más poderosa siga la dirección de los EEUU. Se presenta la disyuntiva de continuar con una Europa dependiente en defensa de los EEUU, y siguiendo sus intereses, o una Europa que invierta en su defensa de forma que no dependa de los EEUU incluso en su área geográfica.

Y en estos momentos, el escenario internacional se encuentra aún más enrarecido con la denuncia por parte de los EEUU del tratado INF ( Intermediate-Range Nuclear Forces) . Es un acuerdo solo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética y no incluye ni a China ni a otras potencias nucleares.El tratado eliminó los misiles balísticos y de crucero nucleares o convencionales, cuyo alcance estuviera entre 500 y 5.500 kilómetros ​, cuya existencia convertía a los países europeos de ambos bandos en potencial campo de tiro nuclear , al estar sus territorios bajo el alcance de este tipo de misiles. (por lo que se conocían como euromisiles).

Esta denuncia unida a las declaraciones del Presidente Trump en diferentes foros que pone en duda el que seguiría garantizando el “paraguas nuclear” ante un ataque limitado que no le afectase directamente, pone sobre la mesa la necesidad de dotarse de “autonomía nuclear” por parte de países no nucleares…..que pondría en riesgo el tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (NPT).

La situación de Europa es delicada. Sin una visión común sobre la defensa (flanco Este frente a flanco Sur), y con importantes crisis cerca de sus fronteras (ocupación de Crimea, guerra de Siria, crisis de refugiados..) , China, penetrando con su tecnología e inversiones en muchos países europeos y Rusia , con el gaseoducto North Stream 2 directo a Alemania dividiendo a los europeos…. Europa se expone a ser nuevamente sujeto pasivo en vez de ser activo participante en el juego geopolítico internacional.

Los países europeos deben enfrentarse con sus realidades. La gestión de crisis y empleo de la fuerza debe basarse en sus propios medios y voluntad común política….aunque solo sea porque “America first” es algo más que un reclamo electoral de política interna. Pero no va a ser fácil.

En primer lugar sería necesario superar las divisiones en materia de asuntos exteriores. La creación del Servicio de Acción Exterior Europea (EEAS) es un buen comienzo, y sus frutos empiezan a notarse. La política de control de inversiones chinas en Europa, la postura de sanciones hacia Rusia por su anexión de Crimea, o la postura frente a acuerdo nuclear con Irán son pruebas del comienzo de un proceso que aún debe mejorar, pues persisten áreas contenciosas como en política energética (Nord Stream 2) o el Grupo de Visegrado en relación con una política común frente a la inmigración.

Otro elemento clave será el dotar de ”músculo militar” a la UE, reduciendo redundancias pero siendo capaz de logra la “autonomía logística” como paso previo a la “autonomía estratégica” mencionada en el CEUE. Habrá que definir mejor el “nivel de ambición” de la UE , similar al homónimo de la OTAN, para poder diseñar de forma más coordinada los planes de obtención de Capacidades .

Si estas propuestas acaban por consolidarse, se establecerá una nueva relación transatlántica, más madura , de auténticos colaboradores, capaces de ir juntos en temas específicos pero aceptando que ee otros temas cada uno defienda sus intereses en formas que a veces no serán coincidentes pero no opuestas.

El tema nuclear sigue abierto, y será necesario buscar algún tipo de solución. La OTAN promete mantener el “paraguas nuclear” de los EEUU, aunque el “automatismo” de la respuesta nuclear parece cuestionada por algunos gobernantes USA. Y son preocupantes ciertas noticias sobre la doctrina rusa que contempla el uso de mini-proyectiles nucleares para asegurar la victoria táctica en un campo de batalla convencional, razonando que Estados Unidos no estaría dispuesto a contraatacar con un arma mucho más grande que de paso, por ejemplo, también podría destruir una ciudad cercana. El Pentágono llama a esto la doctrina de “escalar para desescalar”. La UE deberá plantearse también, en este proceso de maduración, cual va a ser su capacidad disuasoria en este tipo de escenarios, más debilitada tras el Brexit y la pérdida de la capacidad nuclear del Reino Unido.

13 Octubre 2019