Francisco Ansón Oliart

Continúo, aclaro y añado. (Sobre 5G)

Ilustración: www.larepublica.net

LA CRÍTICA, 6 SEPTIEMBRE 2019

Francisco Ansón Oliart | Viernes 06 de septiembre de 2019

El último artículo que he escrito en este periódico, “5G”, ha suscitado varios comentarios que me merecen el máximo respeto. El primero de ellos, el de uno de mis yernos, José Luis Roig, periodista, al que considero y no por razones familiares o de afecto, como un muy buen periodista y con madera de escritor. ...



... Mi artículo le había gustado, pero tenía que hacerme varias preguntas y en todo caso, se refería a la parte final del artículo, que hablaba de la responsabilidad del ciudadano en la elección de las correspondientes autoridades, debido a la conveniente intervención de algún organismo a nivel estatal, dada la indefensión que producirá el “5G”.

En efecto, el coronel y director de la división de tecnología de la Guardia Civil, Luis Fernando Hernández García, afirma: “Con el 5G llegará la época del ciberterrorismo a gran escala, suena alarmante pero es real”. Según estimaciones solventes, sólo referido al “internet de las cosas.” existirán dentro de pocos años “… entorno de los 50.000 millones de dispositivos conectados a la red, gracias a la “hiperconectividad” que acarrea la tecnología 5G y que permitirá la llegada definitiva no sólo del coche y de la casa ‘inteligente’ sino también de las ‘smart cities’. Y todo ello a un bajo coste y “¿Qué implica el bajo coste? Que vamos a dejar la red como un queso ‘gruyère’ y ¿quiénes van a poder entrar por ahí? Pues todos los malos, estados hostiles, delincuentes, terroristas, cualquiera… Ese es el grave riesgo del 5G”. Y agrega que los antivirus que utilizamos la casi totalidad de los usuarios, son insuficientes para evitar los ciberataques que podemos sufrir. (https://www.lainformacion.com/empresas/guardia-civil-riesgo-5g-ciberterrorismo/6504384).

Así, por ejemplo, nuestra nevera “inteligente” a la que pueden apagar y estropear todos nuestros alimentos, o el aspirador automático al que descontrolan y nos destroza media casa, o aumentan el volumen de la radio o la televisión de tal forma que molestemos a todos los vecinos, o encienden y apagan nuestra luces, cada pocos segundos, hasta que se funden las bombillas, y así un larguísimo etcétera.

Otro comentario de persona, a la que considero sabia, afirmaba que me había excedido en la importancia que daba a la implantación del 5G, puesto que es una tecnología que únicamente supone un paso adelante, en la velocidad y poco más, respecto de la 4g.

Pues bien, un articulista al que sigo y comparto sus opiniones, Gonzalo Adsuara, profesor, abogado y consultor, escribe: “A nadie se le escapa que quien domine las futuras redes 5G, dominará no sólo la Economía Digital (es decir, la Economía del siglo XXI), sino también los datos, la seguridad y la capacidad de influencia política, como nueva potencia mundial.” (https://www.lainformacion.com/opinion/borja-adsuara/el-5g-se-decidira-en-el-g20/6504491/).

Según datos de la UE, la inversión que hacen las empresas en ciberseguridad se está multiplicando, dado que los delitos informáticos están creciendo en un 50% anual. De hecho, en la actualidad ya hace falta cubrir unos 300.000 puestos de trabajo y el próximo año, con la sucesiva implantación del 5G, pasarán a necesitarse en torno a 600.000 nuevos especialistas en ciberseguridad.

En mérito a la brevedad, a pesar de que en mi anterior artículo ya hacía referencia a los sectores concretos sobre los que iba a incidir 5G, respondo a tres preguntas que, en esencia, pedían una ampliación de lo que ya había expuesto. Para ello, he recurrido a un periodista, José Apezarena, al que leo habitualmente, y que me consta su responsabilidad a la hora de confirmar y asesorarse sobre cualquier tema del que informa.

José Apezarena, al que expreso mi gratitud y reconocimiento por reproducir su extensa cita, escribe: “… impulsar los vehículos sin conductor, el internet de las cosas, la automatización de las fábricas, pero también las armas gobernadas por la inteligencia artificial (por ejemplo, los tanques y aviones pilotados por control remoto)… Y que de conectar 10.000 dispositivos por kilómetro cuadrado, se pasará a un millón. Por lo visto, es el comienzo real del llamado internet de las cosas: que cualquier objeto se conecte a la red, y que interactúen entre ellos y tomen decisiones de forma autónoma. Se aplicará a la cirugía de robots y con el médico a miles de kilómetros, a las redes de energía, en la automatización de las fábricas, y a la agricultura. Mejorará la movilidad en las ciudades: con el 5G llegarán los coches autónomos y los coches conectados con la ciudad. Todo estará conectado entre sí: los electrodomésticos, los coches, la energía, la oficina... y todo podrá ser controlado de forma remota.

Según la Comisión Europea, los beneficios estimados de introducir el 5G en cuatro sectores, automoción, salud, transporte y “utilities”, supondrán 62.500 millones de euros de impacto directo anual dentro de la UE en 2025. Afecta a otros campos, como seguridad y defensa, media y entretenimiento, servicios financieros... Se habla de que viene una nueva era de desarrollo económico.” (https://www.elconfidencialdigital.com/blog/jose-apezarena/5-g-huawei-es-peligroso-nuestra-seguridad/20190618181817126791.html). A ello, añado, para el usuario común, que 5G también le permitirá, con el teléfono móvil, usos que hasta ahora no se podían realizar en movilidad, como juegos online de alta calidad, aplicaciones de realidad virtual o de realidad aumentada, acceso a la nube en tiempo real…

Quizá lo dicho hasta ahora, sirva para aclarar otras cuestiones, sobre las que me han preguntado, tales y como el motivo de las disensiones, cuando no, “guerra fría o tecnológica” entre China y Estados Unidos.

En fin, en España ya está 5G y se da por supuesto una implantación masiva a lo largo del próximo año, lo que supondrá, así mismo, un cambio de la mayoría de los actuales smartphones. Así mismo, las enormes ventajas que supone 5G, conlleva, según se ha visto, responsabilidades no sólo de tipo técnico, sino también de carácter ético.

Francisco Ansón