Pilar Riestra Mediavilla

SANTIAGO: san TIAGO

El Apóstol Santiago

LA CRÍTICA, 9 JULIO 2019

Pilar Riestra | Martes 09 de julio de 2019
Una de las manifestaciones del Apóstol Santiago, El Camino de Santiago, ha contribuido a la creación de Europa, a su unidad y por supuesto, a la de España. ...

... Desde la UNESCO, La Fundación Princesa de Asturias, El papado (Benedicto XVl), se han escrito, o pronunciado frases, como las que, a modo de brevísimo ejemplo, se reproducen a continuación:

“El Camino de Santiago y la peregrinación jacobea que se realiza sobre él han sido, desde su surgimiento en la Edad Media, un notable lugar de encuentro e intercambio cultural entre la población de Europa”. “Se estima que han ayudado a generar lo que se podría denominar como «conciencia común europea». “Estos aspectos inmateriales junto al conjunto de construcciones históricas relacionado con él —iglesias, albergues, monasterios, puentes y un largo etcétera —que se ha conseguido conservar,​ han hecho que reciba importantes reconocimientos internacionales”. “Se trata de un «camino sembrado de numerosas manifestaciones de fervor, de arrepentimiento, de hospitalidad, de arte y de cultura, que nos habla de manera elocuente de las raíces espirituales del Viejo Continente».

Con relación a España, tal vez la leyenda que más ha influido respecto de su unidad, es la de la inexistente batalla de Clavijo, el 23 de mayo de 844, en la que Ramiro l rey de Asturias, tuvo un sueño según el cual el Apóstol Santiago intervendría en la batalla contra los sarracenos. De hecho, el historiador Martínez Díez, refiriéndose a la batalla de Albelda escribe: “'Esta sería la única, auténtica e histórica batalla de Albelda, la que dio lugar más tarde a la legendaria batalla de Clavijo con aparición del apóstol Santiago y otros episodios maravillosos.”

Por su palpitante actualidad se ha resaltado el tema de la unidad en el significado de El Camino de Santiago, porque, una persona tan bien informada como el P. Santiago Martín, ha dicho en Magnificat TV: “El obispo de Essen, Franz-Josef Overbeck, hablando en nombre de una parte muy importante del episcopado alemán, ha amenazado a Francisco (el actual Papa) con una ruptura mayor que la Reforma protestante, si la Iglesia no claudica ante el mundo y acepta la violación de la ley de Dios en moral sexual y la profanación eucarística en la moral sacramental, en ambos casos contra palabra explícitas de Nuestro Señor Jesucristo o de San Pablo.”

La vocación de Santiago -hijo de Zebedeo y de Salomé, natural de Betsaida, hermano de san Juan Evangelista, apodado el Mayor, quizá porque fue llamado antes que el otro Santiago, denominado el Menor por esta razón, y que fue Obispo de Jerusalén-, fue como sigue: "Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes. Y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él." (Mc 1,19 y20). (Y el grupo de] doce que él (Jesucristo) formó fueron: Simón, a quien también dio el sobrenombre de Pedro, y Santiago [hijo] de Zebedeo, y Juan el hermano de Santiago (también dio a estos el sobrenombre de Boanerges, que significa Hijos del Trueno),…”. (Mc 3,16 y 17). En efecto, uno de los hechos que prueba lo acertado de llamarlos “Hijos del Trueno”, lo relata el propio Evangelio:

“Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Jesús se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo.” (Lc 9,51-62).

La situación económica de la familia de Santiago debía de ser desahogada, por cuanto, parece ser, que el barco era de su propiedad –a diferencia de san Pedro, pescador también, pero jornalero- y su casa estaba en el núcleo que se conocía como ciudad de David y muy cerca de la del Sumo Pontífice.

Santiago, junto con san Pedro y su hermano Juan, fueron los tres discípulos “predilectos” (si así se pudiera decir) de Jesús: testigo de la curación de la fiebre de la suegra de Pedro, de la resurrección de la hija de Jairo, de la transfiguración de Jesús en el monte Tabor, de la agonía en Getsemaní,…

Tras la Muerte, Resurrección y Ascensión del Señor, Santiago, como el resto de los Apóstoles, inició su actividad apostólica en Judea y Samaria y llegó hasta las “Tres Hispanias”: la Tarraconense, la Bética y la Lusitania, el “fin de la tierra”; y aunque en España, en la actualidad, Santiago sea nuestro Patrón, lo cierto es, que durante su predicación, tuvo tan poco éxito entre nosotros, que la Virgen, que residía en Jerusalén, se le apareció, para consolarle y animarle, sobre un pilar a orillas del Ebro, donde se encuentra ahora la Basílica del Pilar en Zaragoza.

Regresó a Palestina, acompañado de algunos de los hispanos convertidos y allí fue martirizado. He aquí como relata su muerte “Hechos de los Apóstoles”: “En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo. Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: “¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar el nombre de ése? … “. Pedro y los apóstoles replicaron: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres…”. Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos. Así, más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan”. (Hechos 4,33; 5, 12. 27-33; 12,2).

“Cuenta Clemente de Alejandría que cuando el Apóstol era llevado al tribunal donde iba a ser juzgado fue tal su entereza que su acusador se acercó a él para pedirle perdón. Santiago… Lo pensó. Después lo abrazó diciendo: “la paz sea contigo”; y recibieron los dos la palma del martirio” (Francisco Fernández Carvajal, HABLAR CON DIOS, ediciones PALABRA, 1991, p. 44).

Por todo ello, el final de la colecta de su Misa, dice: “… Que por su martirio sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos”.

Como se sabe, la fiesta del Patrón de España, Santiago, se celebra el día 25 de Julio.