... gran capacidad modernista y modernizadora en distintos ámbitos de la vida económico-social y cultural, pero no tanto en su sistema político regional, donde es perceptible y llamativo un atraso respecto a las pautas constitucionales de Occidente. Han estado y siguen estando aferrados a un izquierdismo y separatismo impenitentes y doctrinarios que a veces les ha llevado a actitudes anti-sistema, violentamente anti-liberales, ácratas, golpistas y en algunos casos terroristas. Conviene recordar que el fascismo se originó en Cataluña –y contaminó a ERC- una década antes que la fundación de la Falange (la Barcelona romántica anterior a 1980 y a la llegada del pujolismo que nos describe Jiménez Losantos es una ensoñación progre).
Por supuesto no todos los grupos políticos –incluso izquierdistas- han hecho tal recorrido al extremismo, pero ha existido un común denominador ideológico, transversal incluso con las derechas, que es el “catalanismo”: conservadores, nacionalistas, socialistas, comunistas, anarquistas, populistas y fascistas lo han compartido en distinto grado. Asimismo se han adherido de distinta forma a él toda una corte variopinta de idiotas políticos, artistas e intelectuales españoles y extranjeros (por ejemplo: José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Juan Luis Cebrián, Antonio García Ferreras, Ramón Cotarelo, Angela Davis, Yoko Ono, Viggo Mortensen, Rigoberta Menchu, Pierre Vilar, George Soros, Harold Bloom, Nigel Farage, Paul Preston, y… -¡ay Cayetana!- Sir John Elliott en sus buenos tiempos, etc.).
Como perro viejo en los avatares académicos me ha tocado participar en tribunales/comisiones de oposiciones de muchos catedráticos y titulares universitarios de Ciencia Política en Cataluñna (que recuerde: Josep M. Vallès, Joan Botella, Ferrán Requejo, Vicenç Navarro…), cuyos CV me merecen todo respeto, pero en los que nunca observé una claridad conceptual sobre la cuestión del Federalismo. Algunos de ellos han elaborado o asumido conceptos polémicos o muy cuestionables, como “federalismo sinalagmático”, “federalismo asimétrico”, “federalismo de izquierdas”… ¿representan ahora los socialistas (PSC) nuevos presidentes del Congreso y del Senado, la administrativista Meritxell Batet y el filósofo Manuel Cruz, un “federalismo posmoderno” en respuesta/sintonía con el golpismo así calificado? En todos los casos los catalanistas han mantenido una confusión obvia –no sé si ignorante o intencionada- entre Federalismo y Confederación, herencia del venerable Francisco Pi y Margall. Como es sabido, el erudito político catalán concibió un “federalismo” inspirado más en el anarquista Proudhon que en los liberales Federalistas americanos, que degeneraría en la tragicomedia del cantonalismo.
Esta herencia equívoca y equivocada ha sido mantenida y trasmitida académicamente y en pocos casos parcialmente rectificada, con argumentaciones distintas, por ilustres profesores de ideas políticas con vínculos “catalanistas”: José Antonio Maravall, Isidro Molas, Jordi Solé-Tura, Juan Trías, José Álvarez Junco… (asimismo el empático vasco Antonio Elorza y el ácrata madrileño Ramón Cotarelo).
El supuesto “plurinacional” que subyace a las propuestas socialistas de Federalismo, que algunos (Gregorio Peces Barba durante la Transición, Pedro Sánchez más recientemente) expresaron con la fórmula “nación de naciones”, no es original -como sostiene Enric Juliana- del socialista castellano residente en Cataluña Anselmo Carretero. En un sentido cultural, federalista, no confederal, la emplearon Walt Whitman (en un famoso prólogo a Leaves of Grass, 1855), y entre nosotros Azorín (en el ensayo Los norteamericanos, 1918).
Sánchez ha dicho que Batet y Cruz son “dos españoles al servicio de Cataluña”. ¡Error! Españoles en tanto catalanes deben estar al servicio de España. No soy supersticioso pero ¡cuidado con esta nueva Legislatura 13 con 13 partidos! Y el PSOE en su deriva hacia partido destinado al basurero de la Historia ya no es ni O (obrero) ni E (español), sino catalanista.
No voy a repetir ahora lo que vengo diciendo hace años (véanse al final las referencias a mis artículos sobre la materia), pero recordaré que el Federalismo moderno, constitucional, el único que ha funcionado bien, lo inventaron los americanos (con Hamilton a la cabeza, consolidado por Lincoln tras una guerra civil contra la secesión del Sur bajo el signo de la Confederación). Que los catalanes nunca entendieron el concepto de Federalismo y apoyaron más bien un esquema confederal, sustentado por un anti-democrático “derecho a decidir” o a la “autodeterminación”, que tiene sus raíces ideológicas en Stalin (1913), asumidas por el leninismo, y se transmite a través del PCE, ERC, POUM, PSUC y PSC, contagiando a una parte –la que hoy representa Sánchez- del PSOE.
Finalmente. El Rey, como Jefe del Estado y defensor metapolítico de la Constitución, debe y tiene que rechazar la candidatura de Sánchez a presidir el Gobierno si pacta de alguna manera con los enemigos de la Nación, en este caso disfrazados de “Federalistas” en salsa catalana. Es decir, confederales anti-sistema: anarquistas, comunistas, populistas, nacionalistas étnicos y nazis catalanes, separatistas, golpistas y “ex-terroristas”. Así de claro. Si no, que no se extrañe que abra la vía a la III República y él con toda su familia en un futuro no lejano tenga que volver a Estoril o a donde sea.
Algunos artículos míos sobre Federalismo y Autodeterminación:
“Alexander Hamilton…” (Revista de Estudios Políticos, 2005)
“Los intelectuales catalanes y el Federalismo” (La Ilustración Liberal, 2008)
“Abraham Lincoln…” (La Ilustración Liberal, 2009)
“La invención del Federalismo moderno…” (Kosmos-Polis, 2014)
“Stalin versus Lincoln…” (Kosmos-Polis, 2014)
“Legalidad, Legitimidad, y Autodeterminación” (La Crítica, 2017)
“Derecho a decidir: gran falacia antidemocrática” (La Critica, 2018)