... Este Informe es el único de una institución católica que constata el grado de libertad religiosa en todo el mundo (196 países) y de todas las religiones.
La libertad religiosa está reconocida, explícitamente, en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento que marca un hito en la historia de los Derechos Humanos. Elaborada y redactada por representantes de todas las corrientes jurídicas y culturales del mundo, la Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, como el ideal común para todos los pueblos y países. La Declaración establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que hay obligación de proteger en el mundo entero y en la actualidad ya ha sido traducida a algo más de 500 idiomas.
Pues bien su artículo 18 determina que: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”
Sin embargo, el Informe certifica que ha empeorado el cumplimiento de dicho artículo y que se ha producido un agravamiento general de la falta de libertad religiosa desde su último Informe de 2016. Es preciso recordar que los derechos reconocidos en esta Declaración Universal son los mismos en todos los seres humanos, especialmente el de la conciencia y dentro de ella el de su fe, sus creencias religiosas.
De hecho, con relación a la libertad de conciencia, de creencia y de religión, el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Javier Menéndez Ros, ha confirmado, durante la presentación del Informe, que en los últimos dos años: “Hay un desprecio mayor por este derecho fundamental a nivel mundial, … .La libertad religiosa es un barómetro del resto de derechos. Cuando falta la libertad religiosa en un país, es indicador de que están faltando otras libertades”.
De ahí el título de este artículo y la dificultad de creer lo que constituye un verdadero escándalo: que el 61 por ciento de la población mundial viva en países donde existe discriminación religiosa, al punto de que en algunos de esos países los creyentes son perseguidos hasta la muerte por sus creencias, por su fe. Es decir, que 6 de cada 10 personas en el mundo viven en países donde no se respeta la libertad religiosa y en consecuencia no son libres de manifestar su fe, sus creencias. Más aún, según el Informe de la Libertad Religiosa en el Mundo, existen Gobiernos que promueven e incluso financian esa discriminación y persecución, al punto que, comparado con el 2016, la libertad religiosa en el mundo, este año, está peor cuantitativa y cualitativamente, ya que se ha producido un descenso sensible en el grado de desarrollo de esta libertad básica y de sus manifestaciones en todo el planeta.
El Informe constata que en 22 países del mundo quien ataca a la libertad religiosa es el radicalismo islámico, junto con los estados autoritarios y los estados con un nacionalismo extremo. En este sentido, la India ha constituido una verdadera sorpresa, así como la aparición de algunos nuevos países, entre ellos Rusia. Pero lo que explica el elevado número de creyentes discriminados –el 61 por ciento-, es que los 16 países autoritarios y con nacionalismos extremos suman 3.000 millones de habitantes: China, India, Corea del Norte, Birmania, Vietnam, … . De forma que en los dos últimos años la libertad religiosa se ha deteriorado en más de la mitad de países que ya padecían graves violaciones, dado que los países autoritarios se han erigido como la peor amenaza a la libertad religiosa al afectar al mayor número de personas en el mundo.
Los cristianos siguen siendo los más perseguidos. Según los datos del Informe unos 327 millones de cristianos viven en países donde existe una decidida persecución religiosa y en torno a 178 millones en los que hay discriminación. De forma que puede afirmarse que uno de cada cinco cristianos viven en países donde se les persigue o discrimina.
Patricia Santos escribe, el 2 de Diciembre, en cuanto a “la situación europea, tal como aparece en el Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundo 2018, es compleja. La identidad cristiana europea no sólo sigue sufriendo el continuo desgaste del laicismo, de la dictadura relativista y del “buenismo progre”, sino que además se ve inundada de población islámica. De una parte, Europa es el nuevo escenario de un terrorismo de vecindario (más atentados); de otra, Europa está padeciendo la crisis migratoria como territorio de acogida. Ambos elementos han desatado una fuerte islamofobia, cobrando en algunos países dimensiones políticas y fuerza suficiente para aparecer en los programas electorales… Como europeos, estas conclusiones señalan nuestra decadencia y la proximidad del fin de nuestra identidad espiritual y de nuestra propia demografía. Como europeos cristianos, podemos apoyarnos en las palabras de Tertuliano, en su Apologeticum, al senado romano: “La sangre de los mártires es semilla de los cristianos”. Sin duda, los mártires de los siglos XX y XXI son la garantía de la pervivencia de la fe. Finalmente, una llamada a la solidaridad. Todos somos #SiriosCatólicos, #CristianosCoptos, #CatólicosPakistaníes…” (https://eldebatedehoy.es/religion/libertad-religiosa-en-el-mundo/).
Por su parte, Ted Blake (director de Puertas Abiertas, un ministerio que está al servicio de la Iglesia perseguida), con relación a la persecución que lo cristianos sufren en Europa concreta “que proviene de los inmigrantes y los refugiados de Asia y África. Cuando llegan traen la persecución con ellos y repiten los mismos patrones que en sus países; y cuando se instalan en países como Alemania o Francia, forman grupos cerrados (en Francia existen zonas vetadas para los blancos donde impera le ley de la sharia y donde ni la policía ni el gobierno se atreven a entrar), cambian de país pero no de ideología y continúan con la persecución y la violencia contra los cristianos… En cuanto a la persecución en España, Blake asegura que se da en el ámbito moral y social. “En España ser cristiano está mal visto porque va en contra de los nuevos ideales que se quieren imponer… Ya sea por la ideología, la educación, la política o las nuevas estructuras familiares, los cristianos siempre se dirigen a lo que la Biblia enseña y como es contraria a estos elementos, se tilda a los cristianos ya sea de homófobos, sexófobos o anticuados. (https://eldebatedehoy.es/religion/libertad-religiosa-en-el-mundo/).
En resumen, que si no se produce una reacción, el mundo perderá sus creencias más profundas, las que dan a la persona el sentido de su vida y Europa, igualmente, va camino de perder su identidad espiritual.
Francisco Ansón