Nacional

Elecciones andaluzas: traspié frentepopulista

Teresa Rodríguez, cabeza visible junto a Susana Díaz del frente popular de izquierdas en Andalucía, perdedores de las elecciones del 2 de diciembre de 2018.

LA CRÍTICA, 3 DICIEMBRE 2018

Lunes 03 de diciembre de 2018

Las izquierdas depositarias de la democracia (porque así son ellas) resbalan en el lodazal andaluz.

La breva en el aire: Ciudadanos verá qué hace.

Vox, el judío necesario.



Las caras y las palabras de Susana Díaz y Teresa Rodríguez (esta con la de su jefe de filas Pablo Iglesias) tras el frustrante resultado -para ese frente popular andaluz- de las elecciones andaluzas celebradas ayer 2 de diciembre de 2018, no auguran nada bueno para los andaluces y para el resto de los españoles. ¡Tanto recuerdan al día después de las elecciones de diciembre de 1933!

No aceptan la entrada en escena de quienes ellos tildan de "extrema derecha anticonstitucional" como no aceptaron entonces la victoria de las "derechas antirrepublicanas", mintiendo descaradamente en ambos casos. Y amenazan, como entonces, con no tolerar su presencia en las instituciones democráticas con un "antifascismo activo" tanto en dichas instituciones como en la calle. Es necesario que Susana Díaz, Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias traduzcan sus palabras y digan claramente a los españoles hasta dónde piensan llegar en su "defensa de la democracia".

Lo que para La Crítica era ayer pura especulación, llevados por el arte adivinatorio del nuevo CIS del mago Tezanos, como era "la posible caída de la breva andaluza", hoy es una realidad avalada por la magia real de los votos. Y la breva está en el aire, desprendida de la higuera pero sin llegar al suelo, sostenida en este trance por Ciudadanos, que ya veremos qué nos hace. La imprevisibilidad del señor Rivera, a la que nos tiene acostumbrados, nos sitúa a todos en posición de "prevengan" hasta Dios sabe cuándo. ¡Cuidado señor Rivera, que se la pega!

Y los de Vox, como los judíos en tierra nazi, ya lucen en sus pechos en lugar de estrellas amarillas cruces -esta vez gamadas- por expresa voluntad de las izquierdas que así redimen -o lo intentan- sus miserias.