Los golpistas de izquierdas y los golpistas de derechas no se ponen de acuerdo en el principal escenario de su gran bufonada, que llaman "Parlament", y que dejó de serlo va ya para catorce meses cuando se pasaron la ley por el Arco de Bará transformándolo en la versión catalana del patio de Monipodio.
Tras el fiasco del día de ayer, en el que se puso de manifiesto las profundas diferencias entre los golpistas de Puigdemont y los de Junqueras, el ínclito "president" Torra se las ha visto y deseado hoy en la "sesión de control" al que ha sido sometido su "gobierno" en el marco del chiringuito de lujo que cobija el magnífico palacio del Parque de la Ciudadela de Barcelona.
Desde allí, y sin caer en la tentación de analizar causas y efectos del desencuentro golpista, el "president" a aprovechado para insistir en sus tesis y recordar al que le quiera escuchar y a los que se tapan los oídos que: “el crédito del presidente Sánchez se ha acabado y necesitamos una oferta encima de la mesa ya. Porque me temo que lo que nos hicimos aquel día (en Moncloa) fue solo una foto” .
Pues nada. A seguir la fiesta...