Van llegando, uno a uno, los encausados por el golpe de estado secesionista a la capital del Reino de España, o sea Madrid, comenzando de este modo a hacer frente a sus responsabilidades penales...
... por más que quieran presentar su comparecencia ante el mundo como un acto reivindicativo de su república catalana y de denuncia de las carencias democráticas y penalidades de este estado represor español que, como es natural, nadie cree.
Eso sí, tal parece que el muy honorable expresidente Puigdemont no recorrerá de grado este camino de Bruselas a Madrid con lo que habrá de hacerlo por la fuerza en tiempo no muy remoto.
La Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo tomarán declaración a partir de mañana 2 de noviembre a los "presuntos" sediciosos y adoptarán las medidas cautelares que estimen oportunas y que maliciamos serán rigurosas dado el comportamiento del expresidente y alguno de los antiguos miembros de su gobierno.
De un extremo a otro del Estado español, incluido el territorio catalán, se generaliza la sensación de vivir realmente en un Estado de derecho, levantándose poco a poco la pesada niebla de impunidad que durante tantos años ha condicionado la vida nacional.