Los representantes de esa España irredenta que solo es conocida a través de sus propias deposiciones verbales y montajes audiovisuales, están en estado de "shock". Los primeros compases del "mambo" ejecutados por el presidente de la España real, don Mariano Rajoy Brey, parecen haber sido el detonante...
Los representantes de esa España irredenta que solo es conocida a través de sus propias deposiciones verbales y montajes audiovisuales, están en estado de "shock". Los primeros compases del "mambo" ejecutados por el presidente de la España real, don Mariano Rajoy Brey, parecen haber sido el detonante.
La inversión del lenguaje, la apropiación indebida de los valores democráticos y, en definitiva, su frustración permanente, los lleva a ese estado del que solamente podrían salir con un aporte de votos que está lejos, muy lejos de ser una realidad.
Más grave es la situación de sus corifeos disfrazados de intelectuales que ocupan los medios de comunicación y los estantes de las librerías -estos, pocos en verdad- devorados por la ira y el deseo de venganza, vomitando odio al más puro estilo nacionalista-independentista-perdedor-empedernido contra todo lo que se mueva y no comulgue con sus hostias dizque redentoras: verbigracia, un paseíllo por las columnas de opinión de publico.es es como caminar por entre las columnas de exiliados de la "guerra de los mandiles" en dirección al país de nunca jamás de los jamases.
Pero más grave, porque tiene consecuencias en el presente y en el futuro de nuestra inveterada España, es la inopia en la que viven millones de conciudadanos que con su voto ilusionado en pos de una vida mejor y más democrática -si cabe- dan vida y milagros a esta degeneración de la conciencia expresada a través de sus tales representantes y corifeos.