SEGURIDAD Y DEFENSA

La Seguridad, la Defensa y el compromiso de gastar el 2 % del PIB

La Crítica, Agosto de 2017

Francisco Pérez Muinelo | Sábado 26 de agosto de 2017
(...) España, tras la crisis empezó a recuperarse en 2014, incrementando el PIB en el 1,4 %, luego en 2015 y 2016 ha alcanzado y mantenido un 3,2 % de incremento...

COMPROMISO DE GOBIERNO.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, el pasado 7 de marzo, en el Cuartel General del Ejército del Aire en su alocución con motivo de inaugurar las jornadas Aeroespaciales de Economía de la Defensa, ha asegurado que el Gobierno está “empeñado” en llegar al nivel del 2 por ciento del PIB en una década, desde el 0,9 actual, tal como se comprometió en la cumbre de la OTAN celebrada en Gales en septiembre de 2014, ya entonces Ragoy aseguró que se intentaría alcanzarlo

La ministra, para asegurar la estabilidad de la Defensa Nacional en el futuro, ha indicado, que tiene la intención de presentar una ley para su financiaciòn, confiando en poder alcanzar un consenso con los demás partidos políticos. No obstante, añadió, que será necesario tener en cuenta la evolución de la situación económica.

Ha señalado, que actualmente, en el ámbito de la defensa y de la seguridad, la frontera y separación, que existían entre ambas, se ha ido difuminando. España tiene que enfrentarse en la frontera sur con África, a un continente que sufre una fuerte explosión demográfica, con importantes amenazas por la presencia del terrorismo yihadistas. No olvidemos, además, la presión social originada por la diferencia en nivel de vida entre España y Marruecos que es sensiblemente mayor que la existente entre México y los Estados Unidos.

Puso igualmente de relieve que, en España, tenemos asumida la importancia de la seguridad interior para defendernos del terrorismo, antes de ETA, ahora de los yihadistas, pero no se termina de entender que, como para el terrorismo ya no hay fronteras, resulta necesario para proteger nuestra seguridad interior combatirle en países lejanos. La idea de que, la seguridad es inseparable de la defensa, tiene que calar en la conciencia de los ciudadanos.

LA DEFENSA y LA SEGURIDAD.

La paz, la libertad y la democracia no son unos estados o situaciones que surgen de una forma espontánea. Hay que saber crearlos, desarrollarlos y mantenerlos, pues resultan imprescindibles para poder vivir en un estado de derechos y libertades. Los gastos de defensa son el precio que pagan las naciones para asegurarse la paz, la libertad y el progreso. En ocasiones se ha indicado que había que elegir entre “cañones o mantequilla”. Este enfoque resulta totalmente improcedente, no se debe poner en contraposición los gastos en defensa con los realizados en educación o sanidad. La realidad es que sin un mínimo de seguridad, interior y exterior, no resulta posible desarrollar con normalidad ninguna otra actividad. Nuestra principal fuente de ingresos del exterior, el turismo, no resultaría viable sin ofrecer seguridad a los turistas que nos visitan. Precisamente su espectacular crecimiento en los últimos años, se debe en parte a que la competencia de los países del norte de África ha desaparecido. Los gastos en defensa resultan esenciales para la vida de un país, al igual que un edificio precisa contar con unos buenos cimientos, aunque no se vean.

Cuando se ha disfrutado de varias décadas de paz, las nuevas generaciones interpretan que esta situación es la normal y que los gastos en defensa no resultan necesarios. Es imprescindible hacerles ver, que la prosperidad y paz existentes se han logrado gracias a los esfuerzos y sacrificios de generaciones anteriores y que es necesario protegerlos y mantenerlos para que igualmente los disfruten las próximas generaciones que nos sucederán.

En Estados Unidos, la frase “freedom is not free” (la libertad no es gratis) expresa muy bien esta idea. Este lema es el que tradicionalmente se emplea con ocasión del día de los veteranos, el 11 de noviembre, fecha que conmemora el final de la Primera Guerra Mundial, en que igualmente se honra a los caídos en todas las guerras..

Tradicionalmente, en España, se ha venido distinguiendo la defensa de la seguridad, la primera estaba orientada a mantener la seguridad exterior, fuera de nuestras fronteras y es responsabilidad del Ministerio de Defensa, la segunda, la seguridad interior es competencia del Ministerio de Interior.

Es interesante contemplar la evolución de los importes de los Presupuestos de Interior y de Defensa en las últimas décadas. En la década de los noventa el importe del Presupuesto de Interior era del orden del 70 por ciento del de Defensa. Los múltiples y continuos atentados de ETA y el aldabonazo del atentado del 11M de 2004, con sus 191 victimas, que despertó a políticos y a la opinión publica respecto a la existencia y al peligro del terrorismo islamista, fueron creando un sentimiento de que no se podía escatimar recursos a la seguridad, así en 2005 el Presupuesto de Interior se elevó a 6.007 millones de euros, el 86 % del de Defensa. En 2008 se situó en el 97 %, y finalmente en 2010, por primera vez, con 8.070 millones superó al de Defensa y además ha seguido incrementándose, en 2016, con 7.293 millones, supera al de Defensa, con 5.787 millones, en un 25 por ciento.

En España, la opinión publica, la inquietud por la seguridad interior, no la ha extendido a la defensa. En los años de la guerra fría, el riesgo de un ataque soviético se sentía como algo muy alejado y actualmente, los múltiples conflictos bélicos existentes, se considera que por producirse en países bastante alejados, no nos van a afectar. Por otra parte, los políticos, al igual que pasó en el 11M, no quieren despertar inquietud; no se atreven a sugerir un aumento del Presupuesto de Defensa por miedo a perder votos, están preocupados únicamente por sus problemas inmediatos y por ganar las próximas elecciones.

OBJETIVO: EL 2 POR CIENTO DEL PIB.

El ratio del gasto en defensa en relación con el PIB es uno de los más empleados en las comparaciones internacionales, pues permite evaluar el esfuerzo económico que cada país realiza en defensa en relación con su capacidad: el PIB.

Es conveniente aclarar como se calcula el gasto en defensa según el criterio OTAN. La Alianza elabora sus estadísticas anuales, que posteriormente publica, según un criterio uniforme partiendo de los datos que le envían los distintos países. Se parte del gasto real realizado en fin de ejercicio económico al que se suma el importe de las pensiones, tanto del personal militar como civil, que trabajó para el Ministerio de Defensa, que en nuestro caso figuran dentro de clases pasivas en el presupuesto del Ministerio de Hacienda. Igualmente, hay que añadir las aportaciones que realizan otros ministerios a la defensa, como son, los créditos que el Ministerio de Industria concede a las empresas adjudicatarias de contratos de defensa.

Aspecto importante a considerar es el de los gastos de las fuerzas paramilitares, como Gendarmería, Carabinieri, Guardia de Fronteras, que en algunos países están incluidas en el Presupuesto de Defensa. A partir del año 2004, se fijó el criterio de que únicamente se considera como gasto de defensa el de aquellas unidades que, por su organización y equipamiento, pueden desplegarse y emplearse como fuerza militar con carácter inmediato.

El compromiso de que los países de la OTAN gasten en defensa un mínimo del 2 por ciento de su PIB se estableció ya en los años del comienzo de la Guerra Fría. Este acuerdo únicamente ha sido respetado por Francia, el Reino Unido, Turquía y Grecia. España solo lo cumplió hasta 1989, Alemania 1992, Italia 1994, Países Bajos 1995 y Portugal hasta 1997.

Recientemente, el nuevo presidente americano, Trump, con su habitual brusquedad recordó a los gobiernos europeos que tenían que contribuir en mayor grado a costear su defensa. En la cumbre de la OTAN en Gales, mayo de 2014, ya se había convenido que todos los países europeos cumplirían con el 2 por ciento en un plazo máximo de 10 años. Se recuerda que el Secretario de Defensa, Gates, en su despedida de la OTAN en Bruselas en junio de 2013, ya señaló, que en el futuro, los países europeos deberían poner remedio a sus carencias en defensa, que no pensasen que se les iban a solucionar desde el otro lado del Atlántico. Les recordó que en la reciente intervención armada contra Libia, un país del tercer mundo, habían tenido que acudir a los Estados Unidos para suplir su falta de misiles, bombas guiadas y capacidad de control aéreo.

Cuando se utiliza el ratio de gasto en defensa en relación con el PIB, es necesario puntualizar como se ha calculado. Resulta frecuente emplear como referencia el Presupuesto de Defensa inicial, en este caso, para España en el año 2015 el resultado es el 0,53 %. Si utilizamos la referencia de incluir todos los créditos adicionales recibidos, como Créditos de Industria, Operaciones de Paz, Crédito Extraordinario, aportaciones del INVIED etc. el resultado es el 0,74 %, finalmente si lo calculásemos aplicando el criterio OTAN, que supone añadir el gasto en pensiones, tendríamos el 0,90 %.

Resulta interesante analizar cual es la posición que ocupa España entre los países europeos de la OTAN. Por el valor de su PIB ocupa el 5 puesto, igualmente por población su puesto es el 5, por Gasto en Defensa es el 6 y por la cuantía de sus Fuerzas Armadas también el 6. Si pasamos a considerar los valores relativos tenemos: Que en PIB por cápita se sitúa en el 89 % de la media europea, en gasto en defensa per cápita se alcanza solo al 57 % de la media, y en gasto en defensa por soldado resulta el 70 % de la media europea. Si consideramos su posición en el mundo, España por su PIB se sitúa en el puesto 13, por su gasto en defensa ocupa el puesto 18, pero si consideramos el gasto en defensa en relación con el PÎB se retrocede al puesto 112 del mundo.

Es necesario considerar igualmente la situación de España en su entorno geográfico. Marruecos cuenta con un presupuesto de defensa de unos 3.500 millones de dólares, lo que supone un 3,5% del PIB. Recientemente ha firmado un acuerdo de cooperación de defensa con Arabia Saudita por el que va a recibir 22.000 millones de dólares para mejorar su equipamiento militar. Con Estados Unidos mantiene tradicionalmente muy buenas relaciones, le ha concedido una base militar en Tan Tan y ha recibido 200 carros M1A1 Abrams, Aviones F16, etc. Argelia tiene un presupuesto de unos 9.000 millones de dólares lo que equivale al 4,5 del PIB.

Respecto al esfuerzo económico que habría que hacer para llegar a cumplir con el compromiso de alcanzar el 2% del PIB en gasto en defensa. Si tenemos en cuenta que de este dos por ciento tenemos que sustraer aproximadamente el 0,15%, que corresponde al importe de las pensiones, el gasto en defensa tendría que alcanzar el 1,85 del PIB, lo que obligaría a realizar un gasto del orden de unos 22.000 millones de euros en el año 2024, lo que supondría más que duplicar el gasto actual.

Hay que hacer notar que las progresivas disminuciones del Presupuesto de Defensa en los últimos años, ha dejado bajo mínimos la capacidad de mantenimiento de las unidades, lo que incide en no poder garantizar su operatividad, cuando al mismo tiempo los nuevos barcos, aviones y demás equipos de última generación, de muy elevado coste, adquiridos, requieren disponer de los adecuados créditos para ser mantenidos y operados.

En la reciente mini cumbre convocada en Versalles por el presidente de Francia, a la que fueron invitados los jefes de gobierno de Alemania, Italia y España se acordó reforzar La Unión Europea en todos los aspectos, tras la salida del Reino Unido. La canciller germana, Angela Merkel, en unas declaraciones posteriores ha puesto de relieve la importancia de relanzar la cooperación en Defensa, lo que sería un salto cualitativo importantísimo, indicando que contaba con el apoyo español.

España, tras la crisis empezó a recuperarse en 2014, incrementando el PIB en el 1,4 %, luego en 2015 y 2016 ha alcanzado y mantenido un 3,2 % de incremento. Cuando la media europea en estos años ha sido de un crecimiento del 1,7 %. Alemania solo ha estado creciendo al 1,8 %. Por lo que caso de seguir España con este ritmo de incremento del PIB y mantenerse la estabilidad política, se estima resultaría factible poder abordar el necesario incremento gradual de los gastos de defensa, y poder cumplir los compromisos asumidos, especialmente el de intentar alcanzar el 2 % del PIB, que se ha convertido en un compromiso de estado.